La población tiene derecho a que se le garantice que los productos farmacéuticos comercializados sean de óptima calidad, eficaces y seguros.

En lo que se refiere a la seguridad de los medicamentos, las autoridades en todo el mundo fijan normas muy estrictas a la industria farmacéutica. Estas están documentadas en las farmacopeas, que son instrumentos legales de protección de los consumidores y garantizan el uso seguro de los medicamentos.

En cuanto a la calidad, la garantía global de la calidad en la fabricación de medicamentos, incluida la organización adecuada de las actividades de producción y control, son prácticas que se definen en las directrices sobre Buenas Prácticas de Fabricación (BPF o GMP por sus siglas en inglés).

Es por esto que nuestra empresa mantiene relaciones comerciales exclusivamente con laboratorios que cumplen estrictamente las normas de control, desde la adquisición de la materia prima hasta el envasado del producto final, y se encuentran certificadas en GMP. Además, durante todas las fases de fabricación, el producto es testeado en base a las especificaciones y las pruebas de la Farmacopea de Estados Unidos (USP) o las normas de la Farmacopea Británica (BP).

Así, cada lote de producto viene del país de origen acompañado de un Certificado de Análisis que garantiza su contenido y calidad.

El producto es también objeto de un segundo control de calidad en un laboratorio de nuestro país, certificado por las autoridades sanitarias. Este control cruzado garantiza el cumplimiento de los más altos estándares de calidad del producto.